Freitag, März 21, 2008

“Todavía estamos en peligro”


ENTREVISTA

Julio Carreras (h)


Por: Marcela Arce

Semanario La Columna

Nº 747 - 20 de Marzo de 2008

Cuando se aproxima el “Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia”, un santiagueño que estuvo preso durante 7 años entrega una reflexión distinta de lo sucedido. No apela al costado emotivo, sino que apunta a un aspecto poco conocido de lo que dio origen al genocidio.


El próximo 24 de marzo se cumplirán 32 años desde que el régimen más sangriento de la historia reciente de Argentina fuera instaurado. Las desapariciones, las torturas, los centros clandestinos de detención, y todas las consecuencias de aquella fatídica fecha, hoy más que nunca, son tema de debate constante.

Para muchos, hablar de ello no es más que revolver en una vieja herida. Para otros, esa herida nunca cicatrizó. Ni lo hará hasta que todos los culpables sean castigados y mientras no se sepa la verdad. Una verdad que aun no termina de desentrañarse. Pero qué opinan los protagonistas de aquellos sucesos. Qué sienten las personas que sufrieron la cárcel, las humillaciones y todo el horror derivado de la más cruel de las represiones. A simple vista, pudiera pensarse que sólo sienten consternación por lo vivido, y quieren hablar sólo de ello. Contar sus experiencias personales durante el cautiverio, acusar a sus carceleros o recordar al compañero muerto a su lado. Este podría ser el homenaje a los compañeros desaparecidos.

Pero Julio Carreras (h) no piensa lo mismo, aunque estuvo 7 años preso en diferentes cárceles y campos de concentración. Aunque su esposa pasó por lo mismo durante 6 años. Tenía 25 años cuando fue detenido en Córdoba. Había sido músico, pintor, escritor y periodista.

Recién en los últimos meses del proceso, recuperó su libertad. Regresó a su tierra natal, donde, entre múltiples actividades ligadas al periodismo y la cultura santiagueña, fue director de un diario en internet (Pantalla de Noticias), coordinador general de la Asociación de Periodistas de Internet. Escribe para varias revistas y medios, en papel e internet. Es, actualmente, editor general de @DIN (Agencia Digital de Noticias) en Internet.
Escribió 9 libros, además de muchos artículos -y un par de libros de ensayos juveniles, que prefiere ignorar. Una de las novelas cortas fue traducida y editada en Italia. Trabaja ahora (de a poco) en tres novelas.

Para él, hay otra historia que debe ser contada. Una historia que tiene que ver con los verdaderos hacedores de esta historia: los grupos económicos internacionales que presionaron al país de tal manera para imponer un plan que sólo significara ganancias para ellos, en desmedro de toda una nación.

Un diálogo profundo, que permite conocer el otro lado de una laceración que no se cerrará mientras toda la verdad no salga a la luz.

EL PLAN ECONÓMICO

-A 32 años del horror que significara la instauración del golpe de facto y sus consecuencias trágicas, ¿se califica como un sobreviviente o un preso político?

-Era un militante político. Por lo tanto, estaba preparado para que me detuvieran, me torturasen o pasar por las horrendas situaciones con las que pasamos junto a mi esposa. Es cierto que he sobrevivido, pero no me considero ni una víctima ni un sobreviviente en el sentido de algo que me ha pasado por casualidad. Nosotros, los militantes revolucionarios de los años 70, estábamos preparados para enfrentar las situaciones que nos tocaron vivir después, y sabíamos que podría sobrevenir eso.

-¿Cómo lo sabía?

-En realidad, el golpe militar, la represión, las torturas, los crímenes y las desapariciones no son algo desprendido de un conjunto de medidas políticas y económicas que se querían llevar adelante. Esas son las causas verdaderas de esa represión, que tampoco es responsabilidad únicamente de algunos militares. No. Este es un plan político que se viene desarrollando e intentando aplicar en el mundo entero y que, finalmente, terminó exitosamente, sólo a través del uso de la violencia.

-¿A qué plan económico se refiere?

Este plan económico, desarrollado primero en Chile y después en Argentina, constituye una reacción de los grupos económicos más poderosos del mundo ante el gran avance que había tenido la clase trabajadora del mundo y también algunos países de lo que ellos denominaban “el tercer mundo”. Después de la 2º Guerra Mundial, un gran economista inglés, Keynes, comprende que únicamente se podían evitar nuevas guerras si se lograba que la sociedad tuviese un mínimo estado de bienestar. Incluso, siendo ministro de Economía de Inglaterra, había estado en desacuerdo con las medidas que se le habían aplicado a Alemania después de su derrota en la 1º Guerra Mundial, porque con su tradición productiva y guerrera, vaticinó que podía haber otra guerra posterior.

-Como finalmente sucedió.

-Exacto. Sería una reacción de este país a la opresión económica a la que había sido sometida. Y esta presión económica no se da sólo por una cuestión de perversidad humana, sino que es mera consecuencia de la búsqueda del lucro desbocado de las grandes empresas capitalistas.

-¿Esas empresas tienen nombre y apellido?

-Es un grupo que ha manejado al mundo en las sombras, desde principios del siglo 20. Es un grupo que, si bien tiene nombres y apellidos, como Ford, como Morgan, y tiene nombres de empresas como Mercedes Benz, City Bank, siempre permanecen en las sombras. Los protagonistas, los que aparecen, son escuelas económicas, ministros de Economía, gobiernos, nombres de presidentes que después la gente se los olvida, como (Domingo) Cavallo.

Este proyecto económico se aplica, por primera vez, de una manera experimental en Indonesia, en 1965, con un detalle monstruoso: en poco más de 24 horas se eliminan a más de 1 millón de personas. Se establece un régimen sangriento que después lleva adelante un plan económico de ajustes neoliberales, que son los que convierten a Indonesia en un país capitalista salvaje, y un paraíso para las empresas capitalistas.

LOS CHICAGO BOYS

-¿Cuántos años tenía cuando comienza con la militancia?

-Más o menos 20 años, pero, en realidad, había mamado la política desde los 5 años, porque mi familia era peronista. Cuando se da el golpe de 1955, nosotros sufrimos mucho, no tanto económicamente, sino moralmente, por el estado feliz en que vivíamos como familia en la época de Perón. Recuerdo, por ejemplo, reuniones en mi casa con el Dr. López Bustos, el Dr. Abdulajad, militantes de la resistencia peronista. Recuerdo la alegría que tuvimos cuando Los Uturuncos se levantan en contra de ese régimen oprobioso que fue la llamada “Revolución Libertadora”. Desde mi infancia había una actitud de resistencia a algo que se percibía como maléfico y que se cierne entonces sobre el país.

-Y surge entonces la necesidad de participar.

-Exacto. Empezamos a militar en diferentes sectores, primero luchamos por el regreso de la democracia. Pero después ocurre que Perón, avejentado y hostigado por tantas desgracias que le habían ocurrido en la vida, acepta un plan capitalista, pero moderado. Entonces, algunos sectores nos seguimos oponiendo a esa política. Sin embargo, el plan capitalista, tal como estaba planteado, que había sido diseñado en la Universidad de Chicago por los que después serían los tristemente célebres “Chicago Boys”, se empieza a aplicar en Argentina recién a fines de 1974.

-Y se intensifica con la muerte de Perón.

-Después de la muerte de Perón y cuando López Rega, prácticamente concentra la suma del poder. En junio de 1975 se lanza, prácticamente sin anestesia –como lo haría Menem otra vez en 1992- un plan de ajuste rabioso, que quita a los trabajadores y a toda la sociedad argentina todos los beneficios que habían obtenido en 50 años de lucha, en un solo plumazo. El “Rodrigazo”, fue el primer plan de ajuste salvaje que se hace en Argentina. La sociedad, con los sindicatos a la cabeza, reacciona de una manera airada, y llenan la Plaza de Mayo con una movilización de más de 300.000 participantes. Yo creo que eso termina de convencer a los que habían diseñado el plan económico, que no iba a ser posible aplicarlo sin una dictadura militar, exactamente como fue en Chile e Indonesia.

-Había que eliminar toda resistencia

-Absolutamente toda resistencia. Con esto queda claro que, en realidad, la dictadura militar y su plan económico, y los civiles que la han apoyado, y todos los medios de comunicación y los factores de poder en Argentina que apoyaron la dictadura militar -porque muchos de los diarios que ahora sacan notas luctuosas sobre los desaparecidos y se solidarizan con los derechos humanos, fueron cómplices de la dictadura… Por ejemplo, la carta abierta que Rodolfo Walch escribe un año después se niegan a publicarla-… Entonces, te decía, ese golpe sirve para establecer un plan de capitalismo salvaje, en donde se beneficia únicamente un minúsculo puñado de grandes capitalistas de Argentina y algunos oportunistas, al estilo de Yabrán, Macri, etc., que estaban preparados para montarse dentro de ese tren destructivo que impulsan los Chicago Boys.

Cuando en la década de los 80 y 90 la CIA desclasifica documentos, nos enteramos de detalles claves. Por ejemplo, que los planes económicos de Argentina, tanto los de la dictadura como los que después aplica Cavallo con el menemismo, no han sido autoría de ellos, sino que fueron redactados por el grupo Morgan (City Bank), en Estados Unidos, y el Departamento de Estado. Y también nos enteramos que Kissinger, que en ese momento era el canciller de Estados Unidos, le aconseja a Guzzetti, el canciller de Argentina, que terminen rápido con la aniquilación de todos los opositores, porque si no después la lucha por los derechos humanos obstaculizaría el desarrollo de las políticas neoliberales del gobierno argentino.

DERECHOS HUMANOS Y MILITARES

-¿Por qué los luchadores de los Derechos Humanos no hablan de todo esto?

-Las violaciones a los derechos humanos han emergido como algo autónomo y eso es, justamente, un error, más que nada provocado debido a los crímenes terribles y al terror que tenía la población argentina. Cuando se empieza a luchar por los derechos humanos de los desaparecidos y los que han sido torturados, los familiares y los abogados estaban tan aterrorizados que, aún conscientes de que aquí había todo un proyecto político y económico detrás, se concentraron únicamente en la violación de los derechos humanos. Además, eran condiciones que les ponían organizaciones internacionales que los apoyaban mundialmente, como Amnesty, sobre no politizar en absoluto la lucha por los derechos humanos, para poder lograr algún tipo de resultado, que fue lo que ocurrió.

Lo que se buscaba desde el imperialismo era someter a nuestro país -que durante el 1º gobierno de Perón había logrado ser prácticamente una potencia mundial- a los dictados del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, cuyos objetivos habían sido revertidos ya para impedir que los países emergentes se convirtiesen en competidores de los Estados Unidos.

-Entonces, ¿qué papel les cupo a los militares?

-Aquí no hay que confundirse, no es que los militares sean malos, muchas veces es al contrario. Algunos militares en Argentina, por ejemplo, han sido los autores de nuestra independencia económica, empezando por el general San Martín, el general Savio (que fue quien estableció las primeras estructuras industriales y la producción de acero en la Argentina), el general Mosconi, el general Perón y muchos otros. Han sido un pequeño grupo de militares quienes se han sometido a los dictados del extranjero y han traicionado a la Patria. No hay que confundirse, no hay que ir en contra de los militares como Institución.

-¿Acaso no participaron todos?

-Lamentablemente, en ese momento, como el ejército es una organización verticalista, muchos de ellos han cometido el error de obedecer. Pero también, y eso se dice poco, ha habido 33 oficiales de alta graduación, tenientes coroneles, capitanes mayores, que se negaron en su momento a obedecer. Son los llamados 33 orientales. Algunos de ellos formarían después el CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia.

-¿Los está defendiendo?

-Yo defiendo a mi Nación con todas sus instituciones. Defiendo a mi Nación con mi identidad y mi cultura. La nación Argentina con su religión, con sus fuerzas armadas, que tienen un sentido: la defensa de la Patria. A quienes ataco es a los militares -y también a los civiles, principalmente a los civiles, porque ellos han sido mucho más responsables, como Martinez de Hoz, Alemann, Cavallo, de la entrega de nuestra nación. También hubo sacerdotes que han colaborado con esto, pero no por eso voy a atacar a la iglesia como Institución ni voy a dejar de ser cristiano.

Lo que hay que discernir claramente es que ha habido un proyecto integral, llevado adelante por un grupo de personas que han sido traidores a la patria, y que no son las instituciones las que han llevado adelante el genocidio, sino un grupo concentrado de poder. Han sido personas concretas, con un proyecto económico por detrás, quienes han aplicado un plan político de destrucción, para poderlo imponer.

EL OTRO HOMENAJE

-Cuando se acerca el 24 de marzo, a la hora de los recordatorios, el común de la gente cree que se trató solo de genocidio, desapariciones forzadas, ignorando esta parte de la historia, como si no hubiesen sido ésta el detonante.

-Así es. Cuando el Dr. Alfonsín se hace cargo del gobierno –celebré que haya sido así, porque los nuevos personeros del FMI eran personajes siniestros como Herminio Iglesias, como Italo Lúder, que fue el que aprobó la “ley de aniquilamiento de la guerrilla”, cuando en realidad esa ley sería para aniquilar dirigentes sindicales, estudiantiles, sociales, sacerdotes-; su ministro de Economía, Grinspun, con muy buenas intenciones, quería recuperar el desarrollo económico perdido de nuestra nación. Pero Alfonsín recibió presiones tremendas, para no aplicar ningún plan que no sea el de los Chicago Boys, que estaba impulsado por el FMI. Lamentablemente, no tuvo el coraje suficiente para oponerse y se vio obligado a aplicar, a medias, el plan del FMI. Como eso no había obligado a satisfacer a estas pirañas y tiburones internacionales…

-…apareció Menem.

-Con Alfonsín no logran satisfacción, entonces lo desestabilizan y apoyan a Menem, quien le miente a la población… le miente a la gente que habrá una revolución productivo, que va a recuperar el nacionalismo industrial de Perón y, en realidad, lo pone a Cavallo al frente de la economía para que haga lo que la dictadura militar y Alfonsín no habían podido terminar.

-Con esto, queda claro que el golpe de facto tuvo un costado fundamental, del que muchos parecieran querer olvidarse.

-En este momento, este 24 de marzo lo que tenemos que visualizar no es solamente la criminalidad de la Junta Militar, sino comprender que esa criminalidad, los desaparecidos, los muertos y todo lo que aplicó la dictadura militar era porque sabían que era la única forma en que podían aplicar el plan económico que nos llevó a la situación en que estamos ahora. Por eso, va a ser verdaderamente, un homenaje real a los desaparecidos y a los militantes que han sido bárbaramente atacados durante ese período, que la población comprenda que únicamente oponiéndose a estos planes de ajuste salvaje es como vamos a defender los derechos humanos de toda la nación, vamos a impedir que haya niños que se mueran de hambre, y que haya millones de personas desocupadas, en un país que tiene riquezas para abastecer al mundo.

“NO CULPO A NADIE”

-¿No cree que sería más conveniente recordar a sus compañeros desaparecidos, hablando de los crímenes, de las atrocidades sufridas?

-Está muy bien que se lo haga. Hay mucha gente que ahora habla de eso, pero me parece que, en este momento, es necesario comprender por qué ha sido esa represión. El pueblo argentino podría haber defendido su patria, se podía haber sumado a la lucha que emprendíamos un puñado de jóvenes, que nos animábamos a arriesgar la vida, lo podían haber hecho y no estar en esta situación. Pero no hubo el coraje cívico suficiente.

No culpo a nadie. No espero que un padre de familia sea capaz de arriesgar su vida y someterse a un futuro incierto. En el 75 ya se veía eso, miles habían llenado las plazas en los años anteriores para apoyar a Montoneros, ahora no había quién salga.

-Muchos hombres de su generación, no los que han luchado ni los que han tenido el coraje de salir a defender sus derechos, piensan que esta era una lucha de los zurditos, los locos aquellos.

-Ese fue, justamente, el éxito de la dictadura militar. Tampoco fue un éxito casual, sino que tuvieron el apoyo de grandes estructuras internacionales y todo el apoyo de las estructuras mediáticas del capitalismo. Han revertido, prácticamente, la mentalidad de 4 o 5 generaciones. Pero la verdad no se puede ocultar. Tarde o temprano, la verdad sale a la luz.

Yo le rindo homenaje a mis compañeros que han sido torturados, violentados, encarcelados. Yo he estado 7 años preso, mi esposa 6; hemos sido torturados, hemos visto compañeros a quienes queríamos muchísimo, morir al lado nuestro. Pero eso no es lo que me importa recordar ahora. Lo que me importa es que tengamos conciencia que todavía estamos en peligro, y que debemos ampliar este espacio de democracia y participación que logramos para ser independientes, y para que no nos vuelvan a imponer un programa que nos destruya. No nos han destruido a nosotros. Vos me ves bien, porque he luchado por algo justo, he luchado y lucho para que no destruyan a miles de niños, para que no destruyan el optimismo del pueblo de nuestra patria, para que no destruyan nuestro futuro. Sobre eso tenemos que reflexionar este 24 de marzo.

-Usted puede estar bien a pesar de todo lo que ha pasado, pero no sé si las madres, las abuelas, quienes perdieron a sus esposos, a sus padres, podrán decir lo mismo. Para muchos de ellos, el homenaje tendría que ser distinto.

-Hebe de Bonafini dice claramente: “Mi homenaje es seguir con la ideología de mi hijo”. Es un homenaje político. No es únicamente porque era un buen tipo, una especie de samaritano bonachón al cual torturaron y asesinaron y después lo han hecho desaparecer, sino porque era alguien capaz de luchar por el bien de su patria. De algún modo, las madres, creo que consideran a todos los argentinos sus hijos. La mayoría de ellas están felices porque, al final, se está sabiendo la verdad. Su lucha ha servido para que muchos tengan conciencia que tenemos que defender nuestra patria y tenemos que defender un mundo mejor. Si hay poderosos, criminales, personas inmorales dispuestas a imponer por la fuerza su voluntad, para establecer regímenes injustos, tenemos que oponernos a ellos. Este es el mensaje.